martes, 7 de septiembre de 2010

Esteban apedreado


ESE hombre arrodillado es Esteban. Es un discípulo fiel de Jesús. ¡Pero mira lo que le está pasando! Estos hombres le lanzan piedras grandes. ¿Por qué odian tanto a Esteban que le hacen esto? Veamos.


Dios ha estado ayudando a Esteban a hacer maravillosos milagros. A estos hombres no les gusta esto, y discuten con él por enseñarle la verdad a la gente. Pero Dios le da gran sabiduría a Esteban, y él muestra que estos hombres han enseñado mentiras. Esto los enoja más, así que le echan mano y llaman a unas personas para que digan mentiras de él.

El sumo sacerdote le pregunta: ‘¿Es verdad lo que dicen?’ Esteban contesta con un buen discurso de la Biblia. Al fin de él dice que hombres malos odiaron a los profetas de Dios mucho tiempo antes. Añade: ‘Ustedes son iguales. Mataron a Jesús, siervo de Dios, y no han obedecido las leyes de Dios.’

Esto enoja mucho a los líderes religiosos! Por su ira, crujen los dientes. Pero cuando Esteban levanta la cabeza y dice: ‘¡Miren! Veo a Jesús de pie al lado derecho de Dios en el cielo,’ estos hombres se tapan los oídos y atacan a Esteban. Lo arrastran hasta fuera de la ciudad.

Aquí se quitan sus mantos y se los dan al joven Saulo para que los cuide. ¿Ves a Saulo? Entonces unos hombres empiezan a apedrear a Esteban. Él se arrodilla, como puedes ver, y ora a Dios: ‘Jehová, no los castigues por esta cosa mala.’ Él sabe que algunos de ellos han sido engañados por los líderes religiosos. Después de eso Esteban muere.

Cuando alguien te hace algo malo, ¿tratas de desquitarte, o le pides a Dios que les haga daño? Ni Esteban ni Jesús hicieron eso. Ellos fueron buenos hasta con los que fueron crueles con ellos. Tratemos de copiar eso.

Hechos 6:8-15; 7:1-60.

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