martes, 7 de septiembre de 2010
Pablo en Roma
NOTA las cadenas que Pablo lleva, y fíjate en el soldado romano que lo vigila. Pablo es prisionero en Roma. Está esperando hasta que el César romano decida qué hacer con él. Mientras está en prisión, se le permite tener visitantes.
Tres días después de llegar a Roma, Pablo pide que algunos líderes judíos vengan a verlo. Por esto, muchos judíos de Roma vienen. Pablo les predica acerca de Jesús y el reino de Dios. Algunos creen y se hacen cristianos, pero otros no creen.
Pablo también predica a diferentes soldados que lo vigilan. Durante los dos años en que se le tiene aquí como prisionero, Pablo predica a todo el que puede. Debido a esto, hasta la casa de César oye acerca de las buenas nuevas del Reino, y algunos de ellos se hacen cristianos.
Pero, ¿quién es este visitante a la mesa, y escribiendo? ¿Sabes quién es? Sí, es Timoteo. Él también había estado en prisión por predicar acerca del Reino, pero ahora está libre. Ha venido a ayudar a Pablo. ¿Sabes qué escribe? Veamos.
¿Recuerdas las ciudades de Filipos y Éfeso en la Historia 110? Pablo ayudó a empezar congregaciones cristianas allí. Ahora, como prisionero, Pablo escribe cartas a estos cristianos. Las cartas, llamadas Efesios y Filipenses, están en la Biblia. Pablo ahora le dice a Timoteo qué escribir a los amigos cristianos de ellos en Filipos.
Los filipenses han sido muy bondadosos con Pablo. Le envían un regalo a la prisión, y por eso Pablo les está dando gracias. Epafrodito es el hombre que trajo el regalo. Pero él estuvo muy enfermo y casi murió. Ahora está bien otra vez y pronto regresará a su ciudad. Él llevará esta carta de Pablo y Timoteo consigo cuando vuelva a Filipos.
En prisión, Pablo escribe otras dos cartas que tenemos en la Biblia. Una es para los cristianos de la ciudad de Colosas. ¿Sabes cómo se llama? Colosenses. La otra es una carta personal a un amigo llamado Filemón, de Colosas. La carta es acerca de Onésimo, un sirviente de Filemón.
Onésimo se escapó de Filemón y vino a Roma. De alguna manera Onésimo supo que Pablo estaba en prisión aquí. Lo visitó, y Pablo le predicó. Pronto Onésimo también se hizo cristiano. Ahora a Onésimo le pesa haber huido. Por eso, ¿sabes lo que Pablo escribe en esta carta a Filemón?
Pablo le pide a Filemón que perdone a Onésimo. ‘Te lo devuelvo,’ escribe Pablo. ‘Pero ahora no es solo tu siervo. También es un buen hermano cristiano.’ Cuando Onésimo vuelve a Colosas, lleva consigo estas dos cartas, una a los colosenses y la otra a Filemón. ¡Imagínate qué contento debe haber estado Filemón al llegar a saber que su sirviente, Onésimo, ahora es cristiano, como él!
Cuando Pablo escribe a los filipenses y a Filemón, tiene muy buenas noticias. ‘Les envío a Timoteo,’ dice Pablo a los filipenses. ‘Pero pronto los visitaré yo también.’ Y, a Filemón, escribe: ‘Prepárame un lugar para alojarme allí.’
Cuando se ve libre, Pablo visita a sus hermanos cristianos de muchos lugares. Pero más tarde Pablo se halla prisionero en Roma de nuevo. Ahora sabe que lo van a matar. Por eso, escribe a Timoteo que venga pronto. ‘He sido fiel a Dios,’ escribe, ‘y él me recompensará.’ Pocos años después de morir Pablo, Jerusalén es destruida de nuevo, ahora por romanos.
Pero en la Biblia hay más. Jehová hace que el apóstol Juan escriba sus últimos libros, entre ellos Revelación. Ese libro habla del futuro. Vamos a ver lo que el futuro guarda.
Hechos 28:16-31; Filipenses 1:13; 2:19-30; 4:18-23; Hebreos 13:23; Filemón 1-25; Colosenses 4:7-9; 2 Timoteo 4:7-9.
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